Capítulo 1Floriana Sagel y Valentín Ferrer llevaban cinco años casados en secreto, cumpliendo con las formalidades de un matrimonio, pero sin amor de por medio.No, en realidad, Floriana ocultaba sus sentimientos hacia su esposo de tal manera que no dejaba ver ni un rastro de ellos.En la víspera de Año Nuevo, la ciudad resplandecía bajo la nieve, llena de celebraciones y bullicio. Sin embargo, en la enorme Villa Encanto, solo Floriana estaba presente.Había preparado un tazón de fideos sencillos para sí misma, pero ni siquiera los había probado.En la mesa, su celular reproducía una historia de WhatsApp...En la imagen, una mano masculina, elegante y estilizada, tomaba un anillo con un gran diamante y lo deslizaba en el delicado dedo anular de una mujer.La voz suave de la mujer resonó: "señor Ferrer, espero que compartamos muchos años más".Floriana no podía apartar la mirada del reloj en la muñeca del hombre, un modelo exclusivo, y su corazón se llenaba de amargura.El video se había detenido, pero sus dedos no podían dejar de revisarlo una y otra vez, casi como una tortura autoinfligida.Medio año atrás, la mujer había añadido a Floriana en WhatsApp. Desde entonces, ella solía ver a su esposo en las historias de la mujer.Cinco años de matrimonio oculto, y hasta esa noche, Floriana descubrió que su esposo podía ser tierno, romántico y atento.Los fideos, que hacía un momento estaban humeantes, ahora estaban completamente fríos.No pudo comerlos, y cuando finalmente tomó los cubiertos, le parecía que no tenía fuerzas para hacerlo.Era un reflejo de su matrimonio desastroso, algo en lo que ya no debía seguir involucrándose.Floriana cerró los ojos, dejando que las lágrimas cayeran. Se levantó, se preparó para dormir, apagó la luz y se acostó.Ya era de noche avanzada, y aunque el dormitorio estaba cálido, se escuchaban los leves sonidos de alguien desvistiendo.En la cama, Floriana yacía de lado.Sabía que Valentín había regresado, pero mantuvo los ojos cerrados, fingiendo estar dormida.El colchón se hundió profundamente a su lado.Luego, sintió el peso de su esposo sobre ella.Floriana frunció el ceño, incómoda.En un instante, su camisón fue levantado, y una mano cálida y seca se posó sobre su piel...Floriana reaccionó con un sobresalto, abriendo los ojos de golpe.El rostro de Valentín estaba peligrosamente cerca, sus facciones marcadas y los anteojos de marco plateado sobre su nariz.La pequeña luz de noche iluminaba suavemente, reflejando un brillo cálido en sus lentes.Detrás de los lentes, los ojos oscuros de Valentín brillaban con deseo.—¿Por qué volviste de repente?Su voz era naturalmente suave y delicada.Él la miró fijamente, observando el leve enrojecimiento en las esquinas de sus ojos, y alzó una ceja con curiosidad.—¿No te alegras?Floriana sostuvo la mirada en sus ojos profundos como jade negro, y respondió suavemente:—No es eso, solo me sorprendió un poco.Los dedos de Valentín, largos y secos, acariciaron suavemente su mejilla blanca y perfecta, y su voz, profunda y con una textura especial, resonó:—Quítate los lentes.Floriana frunció el ceño ligeramente.Mientras él acariciaba su mejilla, ella veía el rostro que la había cautivado durante años, pero ahora en su mente solo aparecían las imágenes que había visto antes...Siempre había evitado interrumpir su entusiasmo, pero por primera vez, con el rostro serio, se negó:—No me siento bien.—¿Es tu periodo?—No, solo que...—Entonces no quites la emoción.Él la interrumpió fríamente, con sus ojos oscuros llenos de una profunda noche.Floriana sabía que él no la dejaría ir tan fácilmente.En este matrimonio, ella siempre había sido quien se doblegaba.El dolor llenó su pecho y las lágrimas amenazaron con brotar nuevamente.Los lentes fueron arrojados al buró, y él sujetó firmemente su delicado tobillo...La pequeña lámpara se apagó.La habitación estaba sumida en una oscuridad total.Todos sus sentidos estaban a flor de piel.Después de un mes sin verse, Valentín se mostraba intensamente dominante.Floriana intentó resistirse, pero al final solo pudo apretar los dientes y aguantar…Afuera, la nieve caía cada vez con más fuerza, mientras el viento helado aullaba.No sabía cuánto tiempo había pasado, pero Floriana se encontraba completamente empapada.Sentía una incomodidad en el abdomen.Recordando que su ciclo menstrual estaba retrasado, decidió hablar. —Valentín, yo…El hombre, molesto por su distracción, se volvió aún más agresivo.Sus suaves palabras eran constantemente acalladas por los besos dominantes de él…Cuando todo terminó, aún no amanecía.Floriana estaba tan agotada que apenas lograba mantener la conciencia; su abdomen dolía levemente, no era un dolor intenso, pero tampoco podía ignorarlo.Al escuchar el tono de llamada de su celular, hizo un esfuerzo por abrir los ojos.Con la vista borrosa, solo vio a Valentín dirigiéndose a la ventana para atender la llamada.La habitación estaba tan silenciosa que pudo oír vagamente una voz melosa del otro lado.Él respondía con paciencia, pero ignoraba a su esposa que dormía a su lado.Poco después, se oyó el motor de un carro en la calle.Valentín se había ido....Al día siguiente, al despertar, el lugar a su lado seguía frío.Floriana se dio la vuelta y se tocó el abdomen.El dolor había desaparecido.El tono del celular sonó nuevamente. Era la madre de Valentín, Estefanía Quijano.—Necesito que vengas ahora mismo —ordenó con un tono frío y autoritario, sin dejar espacio para objeciones.Floriana respondió con calma.Estefanía colgó.Llevaba cinco años casada en secreto con Valentín, y Estefanía nunca la había aceptado, algo a lo que Floriana ya estaba acostumbrada.Después de todo, la familia Ferrer era la más prominente de las cuatro grandes familias de Arbolada. Aunque ella pertenecía a la familia Sagel, siempre fue la hija no querida.Su matrimonio con Valentín surgió de un acuerdo.Cinco años atrás, su madre, en un acto de defensa propia durante un episodio de violencia doméstica, había matado a su padre. Su hermano, junto con su abuela y el resto de la familia Sagel, demandaron a su madre, pidiendo la pena de muerte.La familia materna de su madre, también una dinastía de Arbolada, rompió lazos con ella tras el incidente.Floriana intentó defender a su madre, pero fue víctima de represalias por parte de las familias Sagel y Jaramillo. En su desesperación, su mentor le sugirió que buscara a Valentín.En términos de poder, el respaldo de la familia Ferrer era algo que ni la familia Jaramillo ni la familia Sagel podían desafiar.En términos legales, Valentín nunca había perdido un caso.Finalmente, Valentín consiguió reducir la condena de su madre a cinco años. Según el acuerdo, Floriana se casó en secreto con él.Valentín le había contado que adoptó a Rafael Ferrer después de que sus padres biológicos murieran en un accidente.Él era muy amigo del padre de Rafael, así que decidió adoptar al pequeño.Ahora, cinco años después, en un mes, su madre quedaría en libertad.Desde el principio, el matrimonio fue una transacción clara, donde ambos sacaron provecho. Floriana no había salido perdiendo.A pesar de saber que su matrimonio no estaba basado en el amor y que podía terminar en cualquier momento, no pudo evitar enamorarse.Con esos pensamientos en mente, Floriana se levantó y fue al baño.Mientras se duchaba, el dolor en su abdomen volvió a manifestarse.La inquietud regresó a su mente.Cada vez que estaban juntos, usaban protección, excepto aquella vez, hace un mes, cuando Valentín estaba borracho…Aunque tomó la pastilla del día después, sabía que no siempre era efectiva.Por precaución, mientras se dirigía a la casa de la familia Ferrer, paró en una farmacia. Bajó del carro y compró una prueba de embarazo.Una vez dentro del carro, Floriana guardó la prueba de embarazo en su bolso.Su asistente, Andrea, la llamó.—Flori, el cliente acaba de llamar, quieren que entreguemos la pieza "Rolan" mañana.Floriana frunció el ceño.—¿No habíamos acordado que lo entregaríamos en una semana?—Parece que tuvieron un problema. El responsable dijo que, si logramos entregarlo a tiempo, el costo no es un inconveniente.Floriana pensó un momento y respondió:—Dile al responsable del cliente que lo entregaremos pasado mañana, pero el costo aumentará un cincuenta por ciento.—Pero el responsable está muy insistente...—Pasado mañana es mi límite máximo —Floriana afirmó con determinación—. Si no aceptan, les podemos devolver el dinero.—De acuerdo, les daré una respuesta inmediata.Al colgar, Floriana casi dejó el teléfono cuando accidentalmente abrió una notificación de las tendencias.Valentín estaba en los titulares.Para ser exactos, era Valentín junto a la famosa actriz Tatiana Zelaya.[#La actriz Tatiana y su novio millonario disfrutan de una semana romántica en París; regresaron anoche al país juntos.#]Aunque la foto no mostraba el rostro completo de Valentín, Floriana lo reconoció al instante con solo ver su perfil.Observó la imagen fijamente por un buen rato. Finalmente, sus pestañas temblaron ligeramente y con un movimiento de su dedo, salió de la tendencia.Abrió el perfil de Tatiana en redes sociales.Como esperaba, a las cinco de la mañana, Tatiana había publicado una foto del amanecer.[Buscando y buscando, al final regresamos al inicio. Por suerte, tú sigues aquí.]Floriana miró la foto del amanecer, como si pudiera ver a Valentín y Tatiana abrazados disfrutando juntos de esa escena.Así que, la razón por la que Valentín se fue apresuradamente anoche fue para ver el amanecer con la persona que ama.Ella esbozó una sonrisa amarga.Se burló de sí misma por ser tan tonta.Sabía muy bien que él no tenía espacio para ella en su corazón, pero no podía evitar seguir sus movimientos, como un ladrón miserable escondido en la oscuridad, observando cada movimiento de él y su amada.No podía controlar su corazón, como una polilla atraída por la luz, ni ella misma se respetaba.Por suerte, Tatiana había regresado al país.Floriana pensó que pronto Valentín le pediría el divorcio.Quizás era lo mejor.Después del divorcio, podría salir definitivamente del mundo de Valentín.Serían extraños, sin relación alguna.Para entonces, ese deseo ridículo y humillante que guardaba en su corazón debería desaparecer......Floriana llegó a la antigua casa de la familia Ferrer.Estacionó el carro en un lugar temporal y, al bajar, caminó hacia el interior. Los sirvientes que pasaban solo le echaban un vistazo indiferente, ocupados con sus propias tareas.Floriana mostró una expresión serena.A lo largo de sus cinco años de matrimonio con Valentín, Estefanía siempre la había despreciado, y eso se había contagiado a los empleados de la familia, quienes la trataban con desdén. Si no fuera por Rafael, no habría venido a la casa Ferrer.—¡Mamá!Una voz infantil llena de entusiasmo resonó cuando Floriana cruzó la puerta de la sala, y una figura pequeña y familiar corrió hacia ella.—¡Mamá, al fin viniste por mí!Rafael, de cinco años, se aferró a Floriana como un koala, con tono de queja.—La abuela me dijo que ya no me querías.Floriana se detuvo, mirando a Estefanía.Estefanía, vestida con elegancia, estaba sentada en la posición de la anfitriona, y a su lado estaba la encantadora Tatiana.Ver a Tatiana allí sorprendió a Floriana, pero al mismo tiempo, lo consideró normal.Valentín ya le había propuesto matrimonio a Tatiana, y estaban en los titulares, lo que indicaba que querían hacerlo público.Que Tatiana estuviera en la casa Ferrer significaba que ya tenía la aprobación de Estefanía.—Mamá, ¿por qué no dices nada? —Rafael miró a Floriana—. ¿Acaso la abuela dijo la verdad? ¿De verdad te vas a divorciar de papá? ¿Ya no me quieres?Floriana bajó la mirada y encontró los ojos inquietos de Rafael. Sintió una punzada de dolor.Durante cinco años había tratado a Rafael como si fuera su propio hijo, cuidando cada aspecto de su vida personalmente. Esa conexión de madre e hijo no era falsa.Pensar en separarse de Rafael después del divorcio también le causaba tristeza.—Rafael, ven aquí —Estefanía lo llamó.—¡No quiero! —Rafael se aferró aún más a Floriana—. ¡Quiero irme a casa con mamá!El rostro de Estefanía se ensombreció, y con voz severa dijo:—¿Cuántas veces tengo que decirte que Floriana no es tu madre? Tu madre es esta gran actriz, Tatiana.Floriana se quedó helada al escuchar eso.¿La madre biológica de Rafael es Tatiana?Pero, ¿Valentín no le había dicho que la madre de Rafael había fallecido?¿Acaso Valentín le había mentido todo este tiempo?Capítulo 2Floriana Sagel y Valentín Ferrer llevaban cinco años casados en secreto, cumpliendo con las formalidades de un matrimonio, pero sin amor de por medio.No, en realidad, Floriana ocultaba sus sentimientos hacia su esposo de tal manera que no dejaba ver ni un rastro de ellos.En la víspera de Año Nuevo, la ciudad resplandecía bajo la nieve, llena de celebraciones y bullicio. Sin embargo, en la enorme Villa Encanto, solo Floriana estaba presente.Había preparado un tazón de fideos sencillos para sí misma, pero ni siquiera los había probado.En la mesa, su celular reproducía una historia de WhatsApp...En la imagen, una mano masculina, elegante y estilizada, tomaba un anillo con un gran diamante y lo deslizaba en el delicado dedo anular de una mujer.La voz suave de la mujer resonó: "señor Ferrer, espero que compartamos muchos años más".Floriana no podía apartar la mirada del reloj en la muñeca del hombre, un modelo exclusivo, y su corazón se llenaba de amargura.El video se había detenido, pero sus dedos no podían dejar de revisarlo una y otra vez, casi como una tortura autoinfligida.Medio año atrás, la mujer había añadido a Floriana en WhatsApp. Desde entonces, ella solía ver a su esposo en las historias de la mujer.Cinco años de matrimonio oculto, y hasta esa noche, Floriana descubrió que su esposo podía ser tierno, romántico y atento.Los fideos, que hacía un momento estaban humeantes, ahora estaban completamente fríos.No pudo comerlos, y cuando finalmente tomó los cubiertos, le parecía que no tenía fuerzas para hacerlo.Era un reflejo de su matrimonio desastroso, algo en lo que ya no debía seguir involucrándose.Floriana cerró los ojos, dejando que las lágrimas cayeran. Se levantó, se preparó para dormir, apagó la luz y se acostó.Ya era de noche avanzada, y aunque el dormitorio estaba cálido, se escuchaban los leves sonidos de alguien desvistiendo.En la cama, Floriana yacía de lado.Sabía que Valentín había regresado, pero mantuvo los ojos cerrados, fingiendo estar dormida.El colchón se hundió profundamente a su lado.Luego, sintió el peso de su esposo sobre ella.Floriana frunció el ceño, incómoda.En un instante, su camisón fue levantado, y una mano cálida y seca se posó sobre su piel...Floriana reaccionó con un sobresalto, abriendo los ojos de golpe.El rostro de Valentín estaba peligrosamente cerca, sus facciones marcadas y los anteojos de marco plateado sobre su nariz.La pequeña luz de noche iluminaba suavemente, reflejando un brillo cálido en sus lentes.Detrás de los lentes, los ojos oscuros de Valentín brillaban con deseo.—¿Por qué volviste de repente?Su voz era naturalmente suave y delicada.Él la miró fijamente, observando el leve enrojecimiento en las esquinas de sus ojos, y alzó una ceja con curiosidad.—¿No te alegras?Floriana sostuvo la mirada en sus ojos profundos como jade negro, y respondió suavemente:—No es eso, solo me sorprendió un poco.Los dedos de Valentín, largos y secos, acariciaron suavemente su mejilla blanca y perfecta, y su voz, profunda y con una textura especial, resonó:—Quítate los lentes.Floriana frunció el ceño ligeramente.Mientras él acariciaba su mejilla, ella veía el rostro que la había cautivado durante años, pero ahora en su mente solo aparecían las imágenes que había visto antes...Siempre había evitado interrumpir su entusiasmo, pero por primera vez, con el rostro serio, se negó:—No me siento bien.—¿Es tu periodo?—No, solo que...—Entonces no quites la emoción.Él la interrumpió fríamente, con sus ojos oscuros llenos de una profunda noche.Floriana sabía que él no la dejaría ir tan fácilmente.En este matrimonio, ella siempre había sido quien se doblegaba.El dolor llenó su pecho y las lágrimas amenazaron con brotar nuevamente.Los lentes fueron arrojados al buró, y él sujetó firmemente su delicado tobillo...La pequeña lámpara se apagó.La habitación estaba sumida en una oscuridad total.Todos sus sentidos estaban a flor de piel.Después de un mes sin verse, Valentín se mostraba intensamente dominante.Floriana intentó resistirse, pero al final solo pudo apretar los dientes y aguantar…Afuera, la nieve caía cada vez con más fuerza, mientras el viento helado aullaba.No sabía cuánto tiempo había pasado, pero Floriana se encontraba completamente empapada.Sentía una incomodidad en el abdomen.Recordando que su ciclo menstrual estaba retrasado, decidió hablar. —Valentín, yo…El hombre, molesto por su distracción, se volvió aún más agresivo.Sus suaves palabras eran constantemente acalladas por los besos dominantes de él…Cuando todo terminó, aún no amanecía.Floriana estaba tan agotada que apenas lograba mantener la conciencia; su abdomen dolía levemente, no era un dolor intenso, pero tampoco podía ignorarlo.Al escuchar el tono de llamada de su celular, hizo un esfuerzo por abrir los ojos.Con la vista borrosa, solo vio a Valentín dirigiéndose a la ventana para atender la llamada.La habitación estaba tan silenciosa que pudo oír vagamente una voz melosa del otro lado.Él respondía con paciencia, pero ignoraba a su esposa que dormía a su lado.Poco después, se oyó el motor de un carro en la calle.Valentín se había ido....Al día siguiente, al despertar, el lugar a su lado seguía frío.Floriana se dio la vuelta y se tocó el abdomen.El dolor había desaparecido.El tono del celular sonó nuevamente. Era la madre de Valentín, Estefanía Quijano.—Necesito que vengas ahora mismo —ordenó con un tono frío y autoritario, sin dejar espacio para objeciones.Floriana respondió con calma.Estefanía colgó.Llevaba cinco años casada en secreto con Valentín, y Estefanía nunca la había aceptado, algo a lo que Floriana ya estaba acostumbrada.Después de todo, la familia Ferrer era la más prominente de las cuatro grandes familias de Arbolada. Aunque ella pertenecía a la familia Sagel, siempre fue la hija no querida.Su matrimonio con Valentín surgió de un acuerdo.Cinco años atrás, su madre, en un acto de defensa propia durante un episodio de violencia doméstica, había matado a su padre. Su hermano, junto con su abuela y el resto de la familia Sagel, demandaron a su madre, pidiendo la pena de muerte.La familia materna de su madre, también una dinastía de Arbolada, rompió lazos con ella tras el incidente.Floriana intentó defender a su madre, pero fue víctima de represalias por parte de las familias Sagel y Jaramillo. En su desesperación, su mentor le sugirió que buscara a Valentín.En términos de poder, el respaldo de la familia Ferrer era algo que ni la familia Jaramillo ni la familia Sagel podían desafiar.En términos legales, Valentín nunca había perdido un caso.Finalmente, Valentín consiguió reducir la condena de su madre a cinco años. Según el acuerdo, Floriana se casó en secreto con él.Valentín le había contado que adoptó a Rafael Ferrer después de que sus padres biológicos murieran en un accidente.Él era muy amigo del padre de Rafael, así que decidió adoptar al pequeño.Ahora, cinco años después, en un mes, su madre quedaría en libertad.Desde el principio, el matrimonio fue una transacción clara, donde ambos sacaron provecho. Floriana no había salido perdiendo.A pesar de saber que su matrimonio no estaba basado en el amor y que podía terminar en cualquier momento, no pudo evitar enamorarse.Con esos pensamientos en mente, Floriana se levantó y fue al baño.Mientras se duchaba, el dolor en su abdomen volvió a manifestarse.La inquietud regresó a su mente.Cada vez que estaban juntos, usaban protección, excepto aquella vez, hace un mes, cuando Valentín estaba borracho…Aunque tomó la pastilla del día después, sabía que no siempre era efectiva.Por precaución, mientras se dirigía a la casa de la familia Ferrer, paró en una farmacia. Bajó del carro y compró una prueba de embarazo.Una vez dentro del carro, Floriana guardó la prueba de embarazo en su bolso.Su asistente, Andrea, la llamó.—Flori, el cliente acaba de llamar, quieren que entreguemos la pieza "Rolan" mañana.Floriana frunció el ceño.—¿No habíamos acordado que lo entregaríamos en una semana?—Parece que tuvieron un problema. El responsable dijo que, si logramos entregarlo a tiempo, el costo no es un inconveniente.Floriana pensó un momento y respondió:—Dile al responsable del cliente que lo entregaremos pasado mañana, pero el costo aumentará un cincuenta por ciento.—Pero el responsable está muy insistente...—Pasado mañana es mi límite máximo —Floriana afirmó con determinación—. Si no aceptan, les podemos devolver el dinero.—De acuerdo, les daré una respuesta inmediata.Al colgar, Floriana casi dejó el teléfono cuando accidentalmente abrió una notificación de las tendencias.Valentín estaba en los titulares.Para ser exactos, era Valentín junto a la famosa actriz Tatiana Zelaya.[#La actriz Tatiana y su novio millonario disfrutan de una semana romántica en París; regresaron anoche al país juntos.#]Aunque la foto no mostraba el rostro completo de Valentín, Floriana lo reconoció al instante con solo ver su perfil.Observó la imagen fijamente por un buen rato. Finalmente, sus pestañas temblaron ligeramente y con un movimiento de su dedo, salió de la tendencia.Abrió el perfil de Tatiana en redes sociales.Como esperaba, a las cinco de la mañana, Tatiana había publicado una foto del amanecer.[Buscando y buscando, al final regresamos al inicio. Por suerte, tú sigues aquí.]Floriana miró la foto del amanecer, como si pudiera ver a Valentín y Tatiana abrazados disfrutando juntos de esa escena.Así que, la razón por la que Valentín se fue apresuradamente anoche fue para ver el amanecer con la persona que ama.Ella esbozó una sonrisa amarga.Se burló de sí misma por ser tan tonta.Sabía muy bien que él no tenía espacio para ella en su corazón, pero no podía evitar seguir sus movimientos, como un ladrón miserable escondido en la oscuridad, observando cada movimiento de él y su amada.No podía controlar su corazón, como una polilla atraída por la luz, ni ella misma se respetaba.Por suerte, Tatiana había regresado al país.Floriana pensó que pronto Valentín le pediría el divorcio.Quizás era lo mejor.Después del divorcio, podría salir definitivamente del mundo de Valentín.Serían extraños, sin relación alguna.Para entonces, ese deseo ridículo y humillante que guardaba en su corazón debería desaparecer......Floriana llegó a la antigua casa de la familia Ferrer.Estacionó el carro en un lugar temporal y, al bajar, caminó hacia el interior. Los sirvientes que pasaban solo le echaban un vistazo indiferente, ocupados con sus propias tareas.Floriana mostró una expresión serena.A lo largo de sus cinco años de matrimonio con Valentín, Estefanía siempre la había despreciado, y eso se había contagiado a los empleados de la familia, quienes la trataban con desdén. Si no fuera por Rafael, no habría venido a la casa Ferrer.—¡Mamá!Una voz infantil llena de entusiasmo resonó cuando Floriana cruzó la puerta de la sala, y una figura pequeña y familiar corrió hacia ella.—¡Mamá, al fin viniste por mí!Rafael, de cinco años, se aferró a Floriana como un koala, con tono de queja.—La abuela me dijo que ya no me querías.Floriana se detuvo, mirando a Estefanía.Estefanía, vestida con elegancia, estaba sentada en la posición de la anfitriona, y a su lado estaba la encantadora Tatiana.Ver a Tatiana allí sorprendió a Floriana, pero al mismo tiempo, lo consideró normal.Valentín ya le había propuesto matrimonio a Tatiana, y estaban en los titulares, lo que indicaba que querían hacerlo público.Que Tatiana estuviera en la casa Ferrer significaba que ya tenía la aprobación de Estefanía.—Mamá, ¿por qué no dices nada? —Rafael miró a Floriana—. ¿Acaso la abuela dijo la verdad? ¿De verdad te vas a divorciar de papá? ¿Ya no me quieres?Floriana bajó la mirada y encontró los ojos inquietos de Rafael. Sintió una punzada de dolor.Durante cinco años había tratado a Rafael como si fuera su propio hijo, cuidando cada aspecto de su vida personalmente. Esa conexión de madre e hijo no era falsa.Pensar en separarse de Rafael después del divorcio también le causaba tristeza.—Rafael, ven aquí —Estefanía lo llamó.—¡No quiero! —Rafael se aferró aún más a Floriana—. ¡Quiero irme a casa con mamá!El rostro de Estefanía se ensombreció, y con voz severa dijo:—¿Cuántas veces tengo que decirte que Floriana no es tu madre? Tu madre es esta gran actriz, Tatiana.Floriana se quedó helada al escuchar eso.¿La madre biológica de Rafael es Tatiana?Pero, ¿Valentín no le había dicho que la madre de Rafael había fallecido?¿Acaso Valentín le había mentido todo este tiempo?Capítulo 3Floriana Sagel y Valentín Ferrer llevaban cinco años casados en secreto, cumpliendo con las formalidades de un matrimonio, pero sin amor de por medio.No, en realidad, Floriana ocultaba sus sentimientos hacia su esposo de tal manera que no dejaba ver ni un rastro de ellos.En la víspera de Año Nuevo, la ciudad resplandecía bajo la nieve, llena de celebraciones y bullicio. Sin embargo, en la enorme Villa Encanto, solo Floriana estaba presente.Había preparado un tazón de fideos sencillos para sí misma, pero ni siquiera los había probado.En la mesa, su celular reproducía una historia de WhatsApp...En la imagen, una mano masculina, elegante y estilizada, tomaba un anillo con un gran diamante y lo deslizaba en el delicado dedo anular de una mujer.La voz suave de la mujer resonó: "señor Ferrer, espero que compartamos muchos años más".Floriana no podía apartar la mirada del reloj en la muñeca del hombre, un modelo exclusivo, y su corazón se llenaba de amargura.El video se había detenido, pero sus dedos no podían dejar de revisarlo una y otra vez, casi como una tortura autoinfligida.Medio año atrás, la mujer había añadido a Floriana en WhatsApp. Desde entonces, ella solía ver a su esposo en las historias de la mujer.Cinco años de matrimonio oculto, y hasta esa noche, Floriana descubrió que su esposo podía ser tierno, romántico y atento.Los fideos, que hacía un momento estaban humeantes, ahora estaban completamente fríos.No pudo comerlos, y cuando finalmente tomó los cubiertos, le parecía que no tenía fuerzas para hacerlo.Era un reflejo de su matrimonio desastroso, algo en lo que ya no debía seguir involucrándose.Floriana cerró los ojos, dejando que las lágrimas cayeran. Se levantó, se preparó para dormir, apagó la luz y se acostó.Ya era de noche avanzada, y aunque el dormitorio estaba cálido, se escuchaban los leves sonidos de alguien desvistiendo.En la cama, Floriana yacía de lado.Sabía que Valentín había regresado, pero mantuvo los ojos cerrados, fingiendo estar dormida.El colchón se hundió profundamente a su lado.Luego, sintió el peso de su esposo sobre ella.Floriana frunció el ceño, incómoda.En un instante, su camisón fue levantado, y una mano cálida y seca se posó sobre su piel...Floriana reaccionó con un sobresalto, abriendo los ojos de golpe.El rostro de Valentín estaba peligrosamente cerca, sus facciones marcadas y los anteojos de marco plateado sobre su nariz.La pequeña luz de noche iluminaba suavemente, reflejando un brillo cálido en sus lentes.Detrás de los lentes, los ojos oscuros de Valentín brillaban con deseo.—¿Por qué volviste de repente?Su voz era naturalmente suave y delicada.Él la miró fijamente, observando el leve enrojecimiento en las esquinas de sus ojos, y alzó una ceja con curiosidad.—¿No te alegras?Floriana sostuvo la mirada en sus ojos profundos como jade negro, y respondió suavemente:—No es eso, solo me sorprendió un poco.Los dedos de Valentín, largos y secos, acariciaron suavemente su mejilla blanca y perfecta, y su voz, profunda y con una textura especial, resonó:—Quítate los lentes.Floriana frunció el ceño ligeramente.Mientras él acariciaba su mejilla, ella veía el rostro que la había cautivado durante años, pero ahora en su mente solo aparecían las imágenes que había visto antes...Siempre había evitado interrumpir su entusiasmo, pero por primera vez, con el rostro serio, se negó:—No me siento bien.—¿Es tu periodo?—No, solo que...—Entonces no quites la emoción.Él la interrumpió fríamente, con sus ojos oscuros llenos de una profunda noche.Floriana sabía que él no la dejaría ir tan fácilmente.En este matrimonio, ella siempre había sido quien se doblegaba.El dolor llenó su pecho y las lágrimas amenazaron con brotar nuevamente.Los lentes fueron arrojados al buró, y él sujetó firmemente su delicado tobillo...La pequeña lámpara se apagó.La habitación estaba sumida en una oscuridad total.Todos sus sentidos estaban a flor de piel.Después de un mes sin verse, Valentín se mostraba intensamente dominante.Floriana intentó resistirse, pero al final solo pudo apretar los dientes y aguantar…Afuera, la nieve caía cada vez con más fuerza, mientras el viento helado aullaba.No sabía cuánto tiempo había pasado, pero Floriana se encontraba completamente empapada.Sentía una incomodidad en el abdomen.Recordando que su ciclo menstrual estaba retrasado, decidió hablar. —Valentín, yo…El hombre, molesto por su distracción, se volvió aún más agresivo.Sus suaves palabras eran constantemente acalladas por los besos dominantes de él…Cuando todo terminó, aún no amanecía.Floriana estaba tan agotada que apenas lograba mantener la conciencia; su abdomen dolía levemente, no era un dolor intenso, pero tampoco podía ignorarlo.Al escuchar el tono de llamada de su celular, hizo un esfuerzo por abrir los ojos.Con la vista borrosa, solo vio a Valentín dirigiéndose a la ventana para atender la llamada.La habitación estaba tan silenciosa que pudo oír vagamente una voz melosa del otro lado.Él respondía con paciencia, pero ignoraba a su esposa que dormía a su lado.Poco después, se oyó el motor de un carro en la calle.Valentín se había ido....Al día siguiente, al despertar, el lugar a su lado seguía frío.Floriana se dio la vuelta y se tocó el abdomen.El dolor había desaparecido.El tono del celular sonó nuevamente. Era la madre de Valentín, Estefanía Quijano.—Necesito que vengas ahora mismo —ordenó con un tono frío y autoritario, sin dejar espacio para objeciones.Floriana respondió con calma.Estefanía colgó.Llevaba cinco años casada en secreto con Valentín, y Estefanía nunca la había aceptado, algo a lo que Floriana ya estaba acostumbrada.Después de todo, la familia Ferrer era la más prominente de las cuatro grandes familias de Arbolada. Aunque ella pertenecía a la familia Sagel, siempre fue la hija no querida.Su matrimonio con Valentín surgió de un acuerdo.Cinco años atrás, su madre, en un acto de defensa propia durante un episodio de violencia doméstica, había matado a su padre. Su hermano, junto con su abuela y el resto de la familia Sagel, demandaron a su madre, pidiendo la pena de muerte.La familia materna de su madre, también una dinastía de Arbolada, rompió lazos con ella tras el incidente.Floriana intentó defender a su madre, pero fue víctima de represalias por parte de las familias Sagel y Jaramillo. En su desesperación, su mentor le sugirió que buscara a Valentín.En términos de poder, el respaldo de la familia Ferrer era algo que ni la familia Jaramillo ni la familia Sagel podían desafiar.En términos legales, Valentín nunca había perdido un caso.Finalmente, Valentín consiguió reducir la condena de su madre a cinco años. Según el acuerdo, Floriana se casó en secreto con él.Valentín le había contado que adoptó a Rafael Ferrer después de que sus padres biológicos murieran en un accidente.Él era muy amigo del padre de Rafael, así que decidió adoptar al pequeño.Ahora, cinco años después, en un mes, su madre quedaría en libertad.Desde el principio, el matrimonio fue una transacción clara, donde ambos sacaron provecho. Floriana no había salido perdiendo.A pesar de saber que su matrimonio no estaba basado en el amor y que podía terminar en cualquier momento, no pudo evitar enamorarse.Con esos pensamientos en mente, Floriana se levantó y fue al baño.Mientras se duchaba, el dolor en su abdomen volvió a manifestarse.La inquietud regresó a su mente.Cada vez que estaban juntos, usaban protección, excepto aquella vez, hace un mes, cuando Valentín estaba borracho…Aunque tomó la pastilla del día después, sabía que no siempre era efectiva.Por precaución, mientras se dirigía a la casa de la familia Ferrer, paró en una farmacia. Bajó del carro y compró una prueba de embarazo.Una vez dentro del carro, Floriana guardó la prueba de embarazo en su bolso.Su asistente, Andrea, la llamó.—Flori, el cliente acaba de llamar, quieren que entreguemos la pieza "Rolan" mañana.Floriana frunció el ceño.—¿No habíamos acordado que lo entregaríamos en una semana?—Parece que tuvieron un problema. El responsable dijo que, si logramos entregarlo a tiempo, el costo no es un inconveniente.Floriana pensó un momento y respondió:—Dile al responsable del cliente que lo entregaremos pasado mañana, pero el costo aumentará un cincuenta por ciento.—Pero el responsable está muy insistente...—Pasado mañana es mi límite máximo —Floriana afirmó con determinación—. Si no aceptan, les podemos devolver el dinero.—De acuerdo, les daré una respuesta inmediata.Al colgar, Floriana casi dejó el teléfono cuando accidentalmente abrió una notificación de las tendencias.Valentín estaba en los titulares.Para ser exactos, era Valentín junto a la famosa actriz Tatiana Zelaya.[#La actriz Tatiana y su novio millonario disfrutan de una semana romántica en París; regresaron anoche al país juntos.#]Aunque la foto no mostraba el rostro completo de Valentín, Floriana lo reconoció al instante con solo ver su perfil.Observó la imagen fijamente por un buen rato. Finalmente, sus pestañas temblaron ligeramente y con un movimiento de su dedo, salió de la tendencia.Abrió el perfil de Tatiana en redes sociales.Como esperaba, a las cinco de la mañana, Tatiana había publicado una foto del amanecer.[Buscando y buscando, al final regresamos al inicio. Por suerte, tú sigues aquí.]Floriana miró la foto del amanecer, como si pudiera ver a Valentín y Tatiana abrazados disfrutando juntos de esa escena.Así que, la razón por la que Valentín se fue apresuradamente anoche fue para ver el amanecer con la persona que ama.Ella esbozó una sonrisa amarga.Se burló de sí misma por ser tan tonta.Sabía muy bien que él no tenía espacio para ella en su corazón, pero no podía evitar seguir sus movimientos, como un ladrón miserable escondido en la oscuridad, observando cada movimiento de él y su amada.No podía controlar su corazón, como una polilla atraída por la luz, ni ella misma se respetaba.Por suerte, Tatiana había regresado al país.Floriana pensó que pronto Valentín le pediría el divorcio.Quizás era lo mejor.Después del divorcio, podría salir definitivamente del mundo de Valentín.Serían extraños, sin relación alguna.Para entonces, ese deseo ridículo y humillante que guardaba en su corazón debería desaparecer......Floriana llegó a la antigua casa de la familia Ferrer.Estacionó el carro en un lugar temporal y, al bajar, caminó hacia el interior. Los sirvientes que pasaban solo le echaban un vistazo indiferente, ocupados con sus propias tareas.Floriana mostró una expresión serena.A lo largo de sus cinco años de matrimonio con Valentín, Estefanía siempre la había despreciado, y eso se había contagiado a los empleados de la familia, quienes la trataban con desdén. Si no fuera por Rafael, no habría venido a la casa Ferrer.—¡Mamá!Una voz infantil llena de entusiasmo resonó cuando Floriana cruzó la puerta de la sala, y una figura pequeña y familiar corrió hacia ella.—¡Mamá, al fin viniste por mí!Rafael, de cinco años, se aferró a Floriana como un koala, con tono de queja.—La abuela me dijo que ya no me querías.Floriana se detuvo, mirando a Estefanía.Estefanía, vestida con elegancia, estaba sentada en la posición de la anfitriona, y a su lado estaba la encantadora Tatiana.Ver a Tatiana allí sorprendió a Floriana, pero al mismo tiempo, lo consideró normal.Valentín ya le había propuesto matrimonio a Tatiana, y estaban en los titulares, lo que indicaba que querían hacerlo público.Que Tatiana estuviera en la casa Ferrer significaba que ya tenía la aprobación de Estefanía.—Mamá, ¿por qué no dices nada? —Rafael miró a Floriana—. ¿Acaso la abuela dijo la verdad? ¿De verdad te vas a divorciar de papá? ¿Ya no me quieres?Floriana bajó la mirada y encontró los ojos inquietos de Rafael. Sintió una punzada de dolor.Durante cinco años había tratado a Rafael como si fuera su propio hijo, cuidando cada aspecto de su vida personalmente. Esa conexión de madre e hijo no era falsa.Pensar en separarse de Rafael después del divorcio también le causaba tristeza.—Rafael, ven aquí —Estefanía lo llamó.—¡No quiero! —Rafael se aferró aún más a Floriana—. ¡Quiero irme a casa con mamá!El rostro de Estefanía se ensombreció, y con voz severa dijo:—¿Cuántas veces tengo que decirte que Floriana no es tu madre? Tu madre es esta gran actriz, Tatiana.Floriana se quedó helada al escuchar eso.¿La madre biológica de Rafael es Tatiana?Pero, ¿Valentín no le había dicho que la madre de Rafael había fallecido?¿Acaso Valentín le había mentido todo este tiempo?